Vicente Gómez Martínez Espinel (Ronda, Málaga, 28 de diciembre de 1550 – Madrid, 4 de febrero de 1624) fue un sacerdote, escritor y músico español del Siglo de Oro, autor de una novela picaresca, la Vida del escudero Marcos de Obregón (1618). A partir de sus Diversas rimas de 1591, transformó la estructura de la décima, estrofa conocida también como espinela en su homenaje. En la música se hizo famoso por dar a la guitarra su quinta cuerda, añadiendo una cuerda más grave a las cuatro ya existentes en aquel momento.
Francisco Giner de los Ríos (Ronda, Málaga, 10 de octubre de 1839 – Madrid, 18 de febrero de 1915) fue un pedagogo, filósofo y ensayista español. Discípulo de Julián Sanz del Río, creador y director de la Institución Libre de Enseñanza (ILE), impulsó también proyectos complementarios como el Museo Pedagógico Nacional (1882-1941), la Junta para Ampliación de Estudios (1907-1938), la Residencia de Estudiantes (1910-1939) o las Colonias Escolares,1 y proyectos que se materializan años después de su muerte, como las Misiones Pedagógicas (1931-1937), concebidas en su origen como Misiones Ambulantes.2 En su planteamiento de la universidad ideal, Francisco Giner propuso que, como tal institución, fuera «no sólo una corporación de estudiantes y sabios, sino una potencia ética de la vida».
Tras la guerra civil española, la obra de Giner en general, y la ILE en particular, fueron condenadas por el régimen de Franco dentro del proceso de depuración del magisterio español.
Fernando de los Ríos Urruti nació en Ronda el 8 de diciembre de 1879. Huérfano a los cuatro años, realizó los estudios de bachillerato en Córdoba. Tras finalizar dichos estudios, su familia se estableció, en 1895, en Madrid, donde el joven Fernando de los Ríos continuó sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza, dirigida por su tío Francisco Giner de los Ríos.
En la capital de España realizó los estudios de Derecho obteniendo la licenciatura en 1901, tras lo que comenzó su labor como profesor en la Institución Libre de Enseñanza. Después de doctorarse en 1907, obtuvo en 1911 la cátedra en la Universidad de Granada, donde fue profesor del más tarde poeta y dramaturgo Federico García Lorca, con quien mantuvo una estrecha amistad.
En junio de 1929, De los Ríos sale para Nueva York para una estancia de un año a la Universidad de Columbia. En 1.931 fue elegido parlamentario por Granada pasando a formar parte, como ministro de Justicia, del Gobierno provisional que entre el 14 de abril y el 14 de octubre formó Niceto Alcalá Zamora. Cartera que ocupará nuevamente entre el 14 de octubre y el 16 de diciembre de 1931 en el primer Gobierno del Bienio reformista bajo la presidencia de Manuel Azaña.
Entre el 31 de agosto y el 5 de octubre de 1936 ejerció de rector de la Universidad de Madrid, que durante la guerra se vería obligada a trasladarse a Valencia. Posteriormente fue nombrado embajador en los Estados Unidos, permaneciendo al frente de la legación republicana hasta el final de la guerra en 1939, pasando entonces a ejercer como profesor en la New School for Social Research de Nueva York, ciudad en la que fijó su residencia hasta su muerte.
Antonio de los Ríos Rosas (Ronda, 16 de marzo de 1812 – Madrid, 3 de noviembre de 1873) fue un jurista y político español, presidente del Congreso de los Diputados durante las legislaturas de 1863-1864, 1865-1866 y 1872.
Ríos Rosas era licenciado en Derecho por la Universidad de Granada y accedió por vez primera a las Cortes Generales como diputado por la provincia de Málaga en 1836. Contrario a las maniobras del general Espartero durante la Regencia de María Cristina, se opuso frontalmente al mismo a partir de 1840. Con la caída del general y la mayoría de edad de Isabel II, fue nombrado miembro del Consejo Real.
A lo largo de los años evolucionó hacia posiciones menos absolutistas y más proclives hacia un moderantismo democrático, oponiéndose a Narváez en la Década Moderada, si bien también se opuso firmemente a las modificaciones constitucionales que se proponían desde el Gobierno del Bienio Progresista, más próximo a la vieja doctrina de la soberanía compartida entre la Corona y las Cortes. Con la llegada de Leopoldo O’Donnell al poder en los gobiernos de la Unión Liberal, se le encargó la redacción del Acta Adicional para hacer más liberal la restaurada Constitución de 1845 y fue nombrado ministro de Gobernación el 14 de julio de 1856 en el primer gobierno, aunque cesó en octubre del mismo año. Jurista de gran prestigio, en 1852 ingresó en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Posteriormente fue embajador de España en Roma y llevó el peso de las negociaciones para restablecer las relaciones diplomáticas con la Santa Sede y poner de nuevo en vigor el Concordato de 1851. A partir de 1861 se va separando de la línea de O’Donnell y en 1863 es elegido presidente del Congreso de los Diputados en los momentos más críticos de la Unión Liberal, ingresando en la Real Academia Española y siendo elegido presidente del Ateneo de Madrid. Durante dos años es desterrado por Narváez en Canarias.
Tras la caída de la monarquía, durante el Sexenio Democrático fue elegido miembro del Consejo de Estado y se mantuvo dentro de los moderados alejado de las tentaciones republicanas y apoyó la elección de Amadeo de Saboya como rey de España. Pero el fracaso de esta experiencia y el advenimiento de la primera república le acercaron a las tesis de Emilio Castelar (republicanismo unitario) frente a las de Pi i Margall (republicanismo federal), mucho más radicales; aunque discrepaba de aquel en las cuestiones religiosas. Murió en Madrid sin apenas recursos.